Bañador negro, arenas blancas

¡Creo que no recordaba tantos días de playa seguidos! Me encanta ir y si pudiese lo haría todos los días. El único problema es que soy bastante inquieta así que siempre acabo rebozada como una croqueta desde el minuto uno. Es una realidad: nadie quiere tumbarse a mi lado en la playa porque sabe que acabará llegando a casa con arena hasta las orejas. 

Ya os conté en este post mi obsesión por los bañadores este verano. Mi amiga Laura me preguntaba justo el día que hicimos estas fotos si no tengo la barriga blanca. Sí, lo confieso, tengo el abdomen blanco, sobre todo si lo comparo con el resto del cuerpo… Pero prefiero sacrificar un trocito de moreno (nadie dijo que ir a la moda fuese fácil) por lucir un bañador tan tan bonito como el que llevo hoy. Es una de mis viejas glorias (si se puede llamar vieja a una prenda de tres años jeje) y no puede estar más de actualidad con su escote hasta el ombligo.

Sobre el bañador negro me puse este vestido camisero de rayas y unas gafas de sol redondas. ¿Qué os parece? ¿Os gustan los bañadores o preferís la comodidad de los bikinis? ¡Besos y muchísimas gracias por vuestras visitas y comentarios!

 Bañador/Swimsuit Asos

Vestido camisero/Dress Shein

Gafas/Sunglasses Ray Ban