Un pequeño pasito para la humanidad, un gran paso para mí. Por momentos parece la luna: suelo negro lleno de cráteres. Otros es como si acabases de aterrizar en Marte. Suelo rojo por el que en otro momento corrió lava ardiendo. El parque de Timanfaya podría formar parte de cualquier película de ciencia ficción. Y algo de efectos especiales hay nada más llegas a la cima del restaurante que espera en la zona de visitantes: en una sala redonda muy «Juego de Tronos» se asa pollo con el calor que viene directo del centro de la Tierra.
De Monument Valley a Lanzarote
Algo tiene la tierra roja que atrapa. Pasa cuando llegas a suelo navajo en Monument Valley, en la frontera entre Utah y Arizona. Todavía recuerdo ese paseo marciano por el territorio de John Ford. El paisaje de Lanzarote es igual de impactante: por una carretera que discurre entre piedra volcánica puedes llegar a sentir que estás en otro planeta.
Para saber cómo visitar el Timanfaya hay que saber dos cosas: la primera que no puedes caminar a tus anchas sobre un paisaje protegido. La segunda que, una vez accedas en coche con tu entrada, tienes que dejarlo bien aparcado en el centro de visitantes y subirte a un bus que hace un tour sin paradas por las Montañas del Fuego.
Los buses salen constantemente, pero si no queréis esperar mucho lo mejor es que lleguéis temprano. De lo contrario, casi sin esperarlo, os encontraréis atrapados en el medio de un enjambre de excursionistas. Antes de subirte al bus el conductor comenta con un grupito que lleva media vida haciendo esa ruta. En ese momento no te paras a pensar en la importancia de ese comentario. Pero te darás cuenta rápido cuando veas que el bus atraviesa carreteras imposibles por las que casi no cabe ni un alfiler.
Para la visita por el Timanfaya elegí un look de vaquera: con botas cowboy de & Other Stories y vestido asimétrico de Wild Pony. Unos collares flúor y lista para la conquista de la isla, para caminar sobre este paisaje marciano.
Y hasta aquí este pequeño capítulo de Lanzarote. ¡Espero que os gustase! ¡Besos y muchas gracias por vuestras visitas y comentarios!