Lost in… Iceland. Día 8

Retomo mis paseos por Islandia!! No me puedo creer que ya haya pasado tanto tiempo desde que estuvimos allí!! El octavo día tenía dos objetivos: primero llegar a Reikiavik, donde pasaríamos las últimas dos noches, y, segundo, bañarnos, por fin, en las aguas de azufre de Blue Lagoon.

Cráter de Kerid

Me despedí del River Hotel, en Hella, con un baño a primera hora de la mañana en su jacuzzi al aire libre. Aunque me dio un poco de pereza quitarme la toalla y meterme en el agua, dentro del jacuzzi se estaba de maravilla!!!!! Después del baño y de unos cuantos cafés comenzamos nuestra ruta hacia la capital de Islandia.

Por el camino nos desviamos para ver el valle verde de Pjorsardalur y sus casita con tejados de hierba. Es un área bonita, pero puede que no tan impresionante como otras que ya habíamos visto. De Pjorsardalur pusimos rumbo al cráter de Kerid. Lo habíamos visto en muchas fotos en Instagram y teníamos muchas ganas de visitarlo. Fue el primer sitio que nos encontramos en el que había que pagar. No recuerdo el precio, creo que unos dos euros por persona. Caminar por dentro del cráter mola y da un poco de vértigo al mismo tiempo. Si estás por la zona merece mucho la pena la visita!

Visita a la capital

De Kerid seguimos la carretera hasta llegar a Reikiavik. Nuestro apartamento, A 41 Townhouse Hotel, estaba en la calle peatonal de Laugavegur, en el centro de la ciudad. Creo que es uno de los apartamentos más bonitos y con más servicios en los que hemos estado. Tenía una mega cafetera dentro de la habitación que te molía el café automáticamente. ¡Qué bueno estaba!

Teníamos ganas de disfrutar de Reikiavik, de sus locales, sus grafitis y sus pasteles! Solo habíamos estado el primer día para tomar un brunch en Bergsson Mathús (podéis verlo aquí). Nada más llegar, y casi al lado de nuestro hotel, estaba la pastelería Braud & Co. ¡Qué olor! ¡Qué rico todo! De allí nos llevamos unos dulces con canela que estaban increíbles. El sitio es fácil de encontrar. Primero porque se pueden oler sus pasteles a varios metros de distancia. Segundo porque está en un edificio totalmente cubierto de grafitis y seguro que encuentras a un grupo de turistas babeando delante de su escaparate.

Blue Lagoon

Dimos un pequeño paseo por Reikiavik antes de arrancar rumbo a Blue Lagoon. Está a menos de 40 minutos de la capital, pero como no queríamos llegar tarde fuimos con bastante antelación. En este post sobre Blue Lagoon podéis leer mis recomendaciones sobre cómo comprar las entradas y su precio.

El baño en Blue Lagoon fue increíble, una de las mejores experiencias de mi vida. Salimos de allí relajados y con hambre. Y volvimos a Reikiavik. Solo teníamos en mente una cena posible: perritos calientes. Habíamos leído mucho sobre lo ricos que estaban en Reikiakiv. En concreto los perritos de Bæjarins Beztu Pylsur, un puesto callejero en el que, vayas a la hora que vayas, te encontrarás una cola de gente esperando por su perrito. Doy fe de que estaban buenísimos!!! Y, lo mejor de todo, son lo más barato que puedes comer en Islandia: 3,5 euros un perrito caliente.

Y con el estómago lleno  y un café de nuestra cafetera del hotel se termina el octavo día. ¡Espero que os haya gustado! ¡Besos y muchas gracias por vuestras visitas y comentarios!