Mi equipación de invierno: sneakers veganas y plumífero

Siempre hay una prenda que uso sin parar cada temporada. A veces es un abrigo, otras un pantalón. Desde octubre creo que es difícil que no baje a la calle sin mi plumífero negro. No es nuevo, es de hace dos inviernos, pero sigue estando impecable. Si llueve es perfecto porque tiene capucha. Y si hace frío es tan calentito que ni me entero. Se podría decir que forma parte de mi equipación de invierno. Sumo dos prendas más a mis favoritos de la temporada: la camisa de cuadros de Friperie Vintage (otra joya que no para de usar) y las zapatillas veganas de Beflamboyant.

Un día cualquiera

Y así podría ser un día cualquiera en A Coruña: de paseo con unos vaqueros, la camisa de cuadros, la zapatillas veganas y mi plumífero. No os fijéis en mis tobillos. ¿Soy una loca por ir sin calcetines? Evidentemente. Pero, chicos, no probéis a practicarlo en casa: solo es apto para tobillos de hierro que llevan muchos años soportando las frías temperaturas del norte ;). Y, así, con esta parte del cuerpo inmunizada, no hay pantalón tobillero que se me resista.

No sé si es porque me hago mayor o porque las modas cambian, pero cada vez tengo más claro lo que quiero a la hora de vestirme: comodidad. No hay nada que me haga más feliz que tener ropa cómoda y bonita que pueda usar día a tras día y con la que siempre me vea bien. Y otra cosa que aprendí con el tiempo: no hay nada que me guste más que repetir prendas, llevarlas sin parar hasta que casi se estropean. Creo que me siento mejor, es como si esa prenda hubiese cumplido su misión (y no la de acabar olvidada en el armario).

Y con mi equipación de invierno lista, y mientras organizo los próximos post con muuuuchas recomendaciones de EEUU, Suiza y Milán, me despido por hoy. ¡Besos y muchas gracias por vuestras visitas y comentarios!

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