
Biarritz es nuestro must vacacional. Todos los años intentamos hacer una escapada a esta
ciudad de Francia. Cuentan que fue el primer lugar del mundo donde se puso en marcha
eso tan habitual ahora de ir a la playa a tomar el sol. Hay veces que vamos y veces que
no, pero las ganas nunca decaen. Podríamos decir que nos gusta por eso tan francés
que se llama je ne sais quoi, por su ambiente slow, su playa, sus edificios entre
majestuosos y decadentes, sus tablas de surf, el pelazo de sus visitantes, su gente
guapa y estilosa como sin querer, sin forzar, sin presumir, como un pequeño Paris con
salitre y surf…. En nuestra última escapada (aun no lo sabíamos, pero Laura Conchita
ya se gestaba dentro de mi) disfrutamos de unos días maravillosos en esta ciudad de la
Côte Basque. Era nuestra cuarta vez en Biarritz y cada vez que volvemos hay más y más
sitios nuevos por descubrir. Aquí va una pequeña guía para sumergirte de pleno en
Biarritz.

El mercado, Les Halles, es un imprescindible, pero de verdad. El mercado está animado
desde primera hora de la mañana. Hay paté, frutas, verduras, pescado, flores… Aquí
puedes tomarte un café de especialidad en Lobita o desayunar un croissant en el café
Comercial, tan francés y tan fotogénico. Su fachada blanca y verde salió en una de las
últimas campañas de Zara.

Una de nuestras aficiones favoritas es probar cafés de especialidad y desayunar. En
Biarritz hay unos cuantos sitios. Podéis tomaros unos huevos pasados por agua en
Deux ex Machina (y también visitar su tienda). Tomarte un bowl de açai en el clásico
Bali Bowls. Probar un croassant gigante de Noisette Pâtisserie. Probar las tostadas con
mantequilla o cualquiera de los dulces de Hungry Belly. O descubrir alguno de los
últimos cafés favoritos de los visitantes de Biarritz: Bleach café.
Biarritz está lleno de tiendas muy cool. Una de mis favoritas es Color of Surfing, donde
además también os podéis tomar un café. La page blanche, muy cerquita del mercado,
es una joya de tienda para comprar cerámica. También es un must la tienda y el
restaurante Gaztelour, uno de los sitios más bonitos de Biarritz. De ahí nos llevamos el
recuerdo de una comida increíble y un jarrón precioso con forma de ajo.
Mi parte preferida de Biarritz, y un plan que hacemos siempre que vamos, es bajar a
ver los surfistas desde la terraza de Le Surfing. Ver la puesta de sol desde ahí es
maravilloso. Y esta mini guía no puede terminar sin antes haceros dos
recomendaciones para comer: disfrutar de los mejillones y las sardinas junto al mar en
Casa Juan Pedro y probar los platos de la cocina vasca de Cheri Bibi. ¡Nos vemos en
Biarritz!