Lost in… Paris. Travel tips

Han pasado ya unas cuantas semanas de la visita a París y sigo recordando lo mucho que disfruté del viaje. Llevaba un par de sitios anotados que quería visitar sí o sí. Y aquí va un resumen con alguno de ellos. Mientras preparo las maletas para una nueva aventura, os dejo con mis recomendaciones de restaurantes en París y tiendas para visitar en un viaje exprés a la capital francesa.

Comer en Le Marais

Fue el barrio donde nos alejamos y un sitio perfecto para disfrutar de unos días en París. Está lleno de calles de adoquines, pequeñas tiendas y muchos restaurantes molones, sobre todo en la parte alta del barrio. Si elegís esta zona no os podéis perder:

Chez Janou

Este restaurante provenzal fue nuestra experiencia más francesa en París. Hay que probar sus olivas y flipar con la decoración sentado en una mesa minúscula y mientas tomas una copa de vino rosado. Nosotros probamos el menú del día, pero cualquier plato tenía buena pinta. No es excesivamente caro y tienes que llevarte (sí o sí) una de sus tarjetas de visita. Son el mejor souvenir de París. Está en una calle un poco escondida de Le Marais, así que tendréis de tirar de GPS para encontrarlo.

 

www.chezjanou.com

Rue Roger Verlomme, 2

 

Boot cafe

Seguro que te has cruzado con su fachada azul en Instagram: en esta casita de planta baja y en la que se puede leer «Cordonnerie» está uno de los cafés más cool de París. Dentro solo hay tres mesitas, suficientes para tomar un americano hecho con mucho amor y paciencia, rodeada de decenas de revistas de moda. Puedes pedirlo para llevar, pero si hay sitio merece la pena quedarse dentro y observar a la clientela. Cómo la gente entra, charla un rato con el chico que prepara los cafés. O simplemente observar la calle por la ventana, y disfrutar de los looks con los que puedes cruzarte en París.

Boot Café

Rue du Pont aux Choux, 19

Café Hugo

Está en una de las plazas más famosos (y mas antiguas de París): place des Vosges. En uno de los edificios de esta placita perfectamente simétrica vivió Victor Hugo, de ahí el nombre de este café. Solo nos dio tiempo a probar su café, muy rico, pero si buscas las sillas más fotogénicas de París y un lugar para darte un respiro muy parisino, éste es un buen sitio.

Café Hugo

Place des Vosges, 22

Miznon

La última noche en Le Marais: vivimos una experiencia kosher en Miznon. De este restaurante judío no puedes irte sin probar su coliflor a la brasa. Bueno, en realidad, todo está riquísimo y lleno de colores: hay verduras y hortalizas por todas partes. Por la noche hay cola, puede que tengas que esperar una media hora para entrar y pedir, pero merece mucho la pena. Además los colores y la comida, también mola la música.

Miznon

Rue des Ecouffes, 22

 

De tiendas por Le Marais

Merci

La madre de todas las concept stores. Es probable que fuese una de las pocas personas en el mundo que todavía no había pisado Merci. Por supuesto, hubo foto junto al mini que hay en la entrada. Para llegar hay meter la nariz en un callejón que conduce a un patio interior. Dentro: mucha ropa bonita y hasta un iglú lleno de ropa de color rosa y blanca. Tiene zona de cafetería, con librerías inmensas en las paredes, y mucha moda y decoración para volver a casa lleno de inspiración.

Merci

Boulevard Beaumarchais, 11

 

Le Labo

Sus perfumes son los más fotogénicos de Instagram. Hay varias tiendas por París, una de ellas en Le Marais, justo al lado de Acne Studios, y en una calle con más boutiques interesantes: rue Froissart. Todo huele genial, en especial la crema de manos. Tenía ganas de conocer la marca después de haberlo visto en un montón de blogs. La próxima vez que viaje a París volveré con una fragancia de Le Labo debajo del brazo.

 

Le Labo

Rue Froissart, 3

 

Arte en la calle

No es un lugar, sino muchos. Una de las cosas que tienes que hacer en París es levantar la vista del móvil y fijarla en las paredes. Seguro que te sorprendes con pequeñas obras de arte en todas las esquinas. Puertas con boca, nariz y ojos; hologramas…

 

Brunch en Saint German y shopping en Le Bon Marche

Este barrio está lleno de galerías de arte y es sede de dos de los cafés más famosos de París: Café de Flore y Les Deux Magots. Los sábados hay ambientazo: lo comprobamos en primera persona cuando decidimos acercarnos hasta allí para tomar un brunch. Aquí van dos direcciones que llevaba anotadas y que merecen la pena:

Mauson Sauvage

Mola sentirte un parisino más en su terraza. El edificio es fácil de reconocer: está totalmente recubierto de plantas. Dentro, la parte de arriba está decorada con muebles antiguos esperando a que alguien la fotografíe. Hacía tan buen tiempo que nos quedamos en la terraza: tomamos un brunch y unos huevos. Hasta los platos eran auténticos, totalmente desconchados. En la terraza estábamos prácticamente pegados a las mesas de al lado. A los parisinos le encanta hablar (como en las pelis), así que si te descuidas estarán tomando vino y hablando contigo en tu mesa.

Le bon marché

Solo por la arquitectura del interior del edificio (con sus escaleras mecánicas de casa de muñecas), merece la pena. ¿Te imaginas todas las marcas posibles y todas las tendencias en un mismo espacio? Pues están en Le bon marché. Hasta una tabla de surf de Chiara Ferragni por el módico precio de 1.500 euros.

Visita a Motmatrre y parada en Pink Mamma

El domingo reservamos el día para visitar la Torre Eiffel y subir hasta Motmatre. Muy cerca de la parada de metro de Blanche, está uno de los restaurantes más bonitos en los que estuve: Pink Mamma. Lo encontré en Instagram, en el perfil de @myrestaurants, y después de ver a Song of Style zampándose unas pizzas durante la semana de la moda, tenía claro que quería ir allí. Tienes que reservar (lo puedes hacer en el momento) y esperamos poco más de una hora. Ocupa las cuatro plantas de un edificio con azulejos rosas y plantas.

Cada planta es temática y las escaleras que llevan a cada una de ellas están llenas de cuadros por todas partes. La joya de la corona está en la última planta: con un salón verde inmenso lleno de plantas. Aunque si tengo que quedarme con un detalle, me quedo con lo que vi en el baño: los lavabos dan directamente a las cámaras frigoríficas de la cocina. Sí, eso significa que mientras te estás lavando las manos ves los chulotenes (crudos) que te acabas de comer.

Es un restaurante italiano que pertenece a una cadena, Big Mamma, que está arrasando en París. Nosotros cenamos en otro en la zona de Le Marais, BigLove, que también estaba genial.

 

Pink Mamma

Rue de Douai, 20bis

 

Parada bloguera: Café Kitsuné

En París hay muchos rincones que seguro que reconoces por las fotos de Instagram. Uno de los más famosos es la escultura de Daniel Buren: Les Deux Plateaux. Quería mis fotos en los cilindros blancos y negros y las tuve (las podéis ver aquí). Después de la sesión, con lluvia incluida, repusimos fuerza en uno de los cafés más blogueros de París: Café Kitsuné. Estábamos tan cansados que lo tomamos dentro del minuto local, pero lo mejor es pedirlo para llevar y quedarte con el famoso vasito de recuerdo. Está muy cerca de Les Deux Plateaux, en los jardines del Palacio Real.

 

Café Kitsuné

Jardin du Palais Royal, 51