Los días que estuvimos en París vivimos lo más próximo a una primavera. Fue la única ventana sin lluvia en este invierno que se está alargando más de lo previsto. Hizo sol y hasta pudimos cargarnos de vitamina C mientras paseábamos por las bonitas calles de París. Era domingo por la mañana y ese día en nuestros planes estaba subir hasta Montmartre.
Tic tac tic tac… ¡Ya no queda nada para que se acabe el año! 2017 fue muy divertido y especial. Me encantan los años impares y éste fue genial. Todavía me parece que fue ayer cuando me perdía en Ponte da Lima en Portugal o cuando caminaba sobre suelo de azufre en Islandía.
Las casas de esta calle de Londres, al lado del mercado de Spitalfields, parecen un decorado. Son todas tan perfectas y fotogénicas que no acabas de creerte que sean de verdad.