Lost in… Marrakech. Riad Up y La Famille

Riad Up

Samuel, de «Élite», me ha prestado su botón para retroceder en el tiempo. Lo he pulsado y le he pedido que me lleve a mayo de 2018, a nuestro viaje a Marrakech. Podéis ver aquí la última entrada sobre este viaje tan bonito, tan inspirador. Después de vivir una experiencia única en Berber Lodge pusimos rumbo a la ciudad, para perdernos entre el caos de la Medina y encontrar un nuevo oasis: Riad Up (aquí).

Tercer día, Riad Up y La Famille

Fue nuestro siguiente alojamiento en la ciudad roja. Riad Up es el sueño de una mallorquina, Elsa, que nada más pones un pie en la puerta de su precioso riad te hace sentir como en casa. Gracias a ella pude ver Marrakech a través de otros ojos, disfrutar de una gran noche y quedarme con más ganas de volver a este lugar mágico. El riad está situado a un paso del Palacio de la Bahía. Tiene el tamaño perfecto y está lleno de detalles por todas partes. El único cuidado que tendrás que tener es de no pisar alguna de las pequeñas tortugas que habitan en su patio central (son símbolo de buena suerte y es fácil encontrarlas en todas partes en Marrakech).

Elsa tiene un gusto increíble para la decoración y eso se nota. Ver ponerse el sol en su terraza es un momento que no olvidaré nunca. Si tenéis previsto hacer un viaje a Marrakech próximamente os recomiendo que echéis un vistazo a este riad. Llegamos un sábado al mediodía y con ganas de zambullirnos en el zoco. Muy cerca de Riad Up estaba un restaurante que había visto en Instagram y que tenía muchas ganas de visitar: La Famille.

Ocupa una pequeña terraza en el medio del zoco. Elsa nos comentó  que solía estar lleno así que llamó antes para reservarnos una mesa. Llegamos justo a tiempo, antes de que cerrase la cocina. Pudimos probar sus platos súper sanos (la carta es muy cortita) y su tarta de manzana. ¡Riquísimo todo! El sitio es precioso y es la parada perfecta para refugiarte del maravilloso caos de la Medina.

Palacio de la Bahía y Nomad

Después del pequeño descanso en La Famille pusimos rumbo, todo recto, al Palacio de la Bahía. Estaba a punto de cerrar (sobre las 17.00 horas), pero nos dio tiempo a una visita rápida para disfrutar de sus patios de colores y sus puertas gigantes.

Del palacio a la plaza de las Especias. Una de las más animadas del zoco. Es posible que, sin quererlo, acabes más de una vez en este lugar del zoco. Es irremediable: todos los caminos conducen a la plaza de las Especias. Aquí están, además, dos de los restaurantes imprescindibles en la Medina: el Café des Épices y Nomad Café. Y en el segundo fue donde hicimos nuestra tercera parada del día. Es un local muy bonito, con una de las mejores terrazas par disfrutar de las vistas de los tejados de Marrakech.

Un zumo y unas cuantas fotos después con los clásicos sombreros de paja que tienen para que disfrutes de las terrazas en lo alto sin achicharrarte, nos dirigimos a la plaza Jemaa el-Fnaa, el epicentro de la Medina. Está lleno de puestos de todo tipo, todo lo imaginable y vendible del mundo. No es mi sitio favorito de Marrakech, pero había que ir!

Y después de ese día de trote y sorpresas nos tomamos un café en Bakchich Cafe, nos fuimos de nuevo a Riad Up y despedimos el día con un vino rosada en lo alto de la terraza, rodeada de cactus y rendida a la magia de este lugar increíble.

¡Mañana más! ¡Un beso!

Riad Up

La Famille

Palacio de la Bahía

Nomad Café

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